Mi respuesta a la crisis 2017

Escribo esto en la madrugada del 4 de Enero del año 2017, desde Guadalajara, Jalisco, México.
Estoy preocupado porque veo que varios eventos están lastimando a mis amigos en todo México. Por citar algunos:
Y durante ya varias horas, me he preguntado ¿cuál es la mejor forma de reaccionar?. Me gustaría compartirte lo que he encontrado hasta ahora.

Cómo no reaccionar

Ante las crisis, existen dos actitudes que nos destruyen a nosotros mismos: el silencio, y la violencia. Ninguna de ellas nos ayuda a resolver los problemas que tenemos. Además, nos crean nuevos problemas y hacen más graves los que ya teníamos.
El silencio se presenta de diferentes formas, por ejemplo:
  • Indiferencia: saber de la situación difícil, pero ignorarla.
  • Incoherencia: comunicando una intención, pero no convertirla en acción.
  • Paralizarse de miedo: preocuparse tanto, que no se responde a la situación.
La violencia, puede presentarse de estas formas:
  • Vandalismo: destruir o robar los recursos de nuestros compañeros.
  • Peleas: enfrentarse con otras personas con el fin de provocarles un daño.
  • Insultos: comunicar ideas que ofenden directamente a otras personas.

Cómo reaccionar

Lo primero es reconocernos como un equipo. Y como equipo, buscamos que nos vaya bien por igual a todos. Las crisis generan problemas diferentes para cada persona: ¿cuáles son los míos? ¿cuáles son los de los demás? ¿cuáles puedo ayudar a solucionar?
  • Quizá con el alza de precios alguien cerca de mí ya no tendrá para comer. ¿Qué tal si le llevo un refrigerio?
  • Quizá con el paro del transporte público alguien no pueda llegar a su destino de diario. ¿Y si le ofrezco un “aventón”? (busca en qué consiste la iniciativa #RaiteGDL)
  • Quizá conozco a algún funcionario que pueda influir para mejorar la estrategia del gobierno. ¿Y si trato de despertar su vocación de servicio por los demás?
  • Quizá conozcas a algún amigo/amiga que puso un negocio nuevo, y le esté afectando la crisis. ¿Y si le ayudo a promover su negocio con mis contactos? ¿Y si puedo hacer negocios con él/ella?
  • Quizá mi amigo que está a mi lado está abrumado ante tantas noticias negativas. ¿Y si lo invito a platicar un rato y tomar un café? ¿Y si le contagio algo de alegría?
Como esas, hay muchas formas de ayudar con acciones concretas. Y sobra decir que confío en el ingenio e inteligencia de todos mis amigos para descubrirlas y aplicarlas.

Conclusión

En vez de guardar silencio o actuar con violencia, hay que trabajar como equipo para salir adelante. Los problemas ya están enfrente de nosotros, ¿qué estoy haciendo para aportar a este gran equipo?
¡Manos a la obra!

Comentarios

Entradas populares de este blog

El árbol lógico

5 actitudes frente a los problemas

El Dr. Ricardo Alejos V.