3 regalos simbólicos para Navidad (y cualquier ocasión)

No todos los buenos regalos se consiguen con dinero. De hecho, a me gusta más los regalos hechos a mano: cartas, álbumes de fotografías, cualquier tipo de manualidades, entre otros. De entre estos regalos, hay tres que me gusta elaborar por su sencillez y significado.

1. Mis 3 lecciones más importantes de este año.


Se trata de escribir una carta que mencione las tres cosas más importantes que aprendí este año. Y con cada cosa escribo:
  • porqué es importante, 
  • cómo lo aprendí y 
  • cómo puedo aplicarlo. 
Con una carta como esta, la otra persona puede aplicar lo que yo aprendí sin pasar por las dificultades que pasé para aprenderlo. Por esto, también es importante que la carta sea fácil de leer. Y claro, también es bueno escribir ahí cómo puede encontrarme (mi celular, correo, o usuario en Facebook) para que pueda hacerlo si necesitara ayuda.

Cuando escribo las cosas que aprendo me doy cuenta de qué tan bien las entiendo. A veces me doy cuenta de que me hace falta investigar un poco y aprendo cosas nuevas. Al final, yo también aprendo al hacer estas cartas.

2. Gracias, gracias, gracias.


Es una carta en la que agradezco por tres cosas que la otra persona me ha dado antes. Pueden ser cosas sencillas o complejas. Para cada agradecimiento, escribo unos párrafos que respondan a las preguntas:
  • ¿De qué te quiero agradecer? 
  • ¿Porqué eso es imporante para mi? 
  • ¿Cómo me ha ayudado lo que me diste o hiciste por mi? 
Estas carta se convierte en un valioso tesoro para la persona que la recibe. Es una forma en la que los reconozco por lo que hacen, les hago saber que tienen mucho que pueden aportar y se quedan con ese bello sentimiento de recibir la palabra "gracias". Y todavía más: como está escrito, podrán volver a leerlo después y revivir esos sentimientos para inspirarse o alegrarse.

3. Un diario de alegría.


Un diario de alegría es como una agenda. Pero no una agenda común: en vez de escribir lo que planeo hacer escribo lo que ya hice. Y no escribo todo lo que hice: escribo sólamente lo que me da alegría cada día. Así, cuando me hace falta alegrarme, me siento a leer mi diario de alegría para llenar mi mente de buenos recuerdos.

Para regalar un diario de alegría, puedo conseguir una agenda o simplemente un cuaderno. Y al momento de regalarlo, le explico al que la recibe cómo utilizarlo. Normalmente, es bueno dejar esa explicación por escrito en una carta (porque también esa carta se vuelve parte del regalo).

La idea de hacer un diario de alegría no es mía. Hace unos años me lo regaló una amiga mía y cuando lo comencé a escribir comencé a ser más alegre que antes. ¡Te lo recomiendo mucho!

Espero que estas tres ideas te sirvan para darle un regalo a alguien que signifique mucho para ti. Te mando un abrazo y mis mejores deseos. ¡Feliz Navidad!

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